jueves, 31 de enero de 2013

La Huerta de los ilustrados



Quizás llegará el día en el que tendremos que recurrir a diferentes formas de información para poder rememorar lo que fue y es Xirivella, desde sus primeros orígenes hasta nuestros días, un lugar en el que se congregó un colectivo de personas enclavado en uno de los parajes más idílicos sobre la tierra, como es L´Horta Valenciana de la vega del Guadalaviar o como lo conocemos nosotros, el Turia.

Algunos difieren en la calificación de tan peculiar territorio: el jardín de las Hespérides, o un lugar que tras las diferentes acciones antrópicas llego al equilibrio entre necesidades humanas y sostenibilidad natural.

Por fortuna, aunque no muy benevolente, para disfrutar de este paraje tan singular y tan cercano, hoy en día aún quedan, a modo de testimonios del pasado retales de esa Huerta, de ese modo de vida de una sociedad que nos legó sus conocimientos, su cultura, su historia y a la cual le debemos su garantía de pervivencia. No obstante, y ese es el objetivo de este artículo, es inevitable que tras el inmenso deterioro sufrido por este paisaje cultural, tengamos que remitirnos a la investigación de fuentes primarias de la época, para el conocimiento en su estado y contexto original de la Huerta tradicional Valenciana, extensible lógicamente a la Huerta de Faitanar y Benàger, en la que se encuentran diferentes municipios, entre ellos Xirivella.


Me gustaría centrarme, en un período en concreto, en el periodo de la Ilustración en pleno siglo XVIII, y en concreto a diferentes escritos y obras como es la de Antonio José Cavanilles y Polop y su obra más relevante “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del reyno de Valencia.”

En esta obra, Cavanilles realizó toda una serie de anotaciones y observaciones in situ de poblaciones y lugares con el propósito de averiguar la verdad en todo cuanto fuese posible, no solo sobre el mundo natural (y todo lo que ello conlleva: geografía, botánica, agricultura…) sino que además sobre el mundo etnológico y social de esos mismos lugares observados, lo que para ello le llevó la consulta de archivos sobre todo las de las propias parroquias locales.

De entre todas sus observaciones de los diferentes lugares del Reino de Valencia, dedica un capítulo a “La Huerta de Valencia y sus cercanías occidentales”. Un capítulo extenso, ya que  el territorio que alberga la huerta  contiene más de 40 municipios repartidos en dos comarcas que han heredado su nombre de la huera: L´Horta Nord, y L´Horta Sud. Estos son algunos de los extractos de este capítulo, que muestran a modo de observaciones científicas, la bucólica e idílica belleza de la huerta próxima a la ciudad de Valencia:

La inmensa población y riquezas del recinto que vamos a examinar dependen del Turia, y quizás más del modo con que allí se aprovechan las aguas, y de la inteligencia, constancia y ardor infatigable con que cultivan el suelo “.

“ El Turia, atraviesa el reino de noroeste a sureste, y después de haber regado cuentas huertas se hallan en sus riberas desde Ademuz hasta Ribaroja por espacio de unas 18 leguas, corre adelante sin perdida alguna hasta donde empieza la huerta de Valencia, en cuyo riego acaba de consumirse.”

“Se abrieron  ocho canales o acequias principales, cuatro a cada margen del rio, que toman sucesivamente las aguas por otras tantas presas, y partiéndose después en otros innumerables canales angostos, facilitan el riego. Las cuatro acequias de la izquierda del rio sirven para regar  los campos de 37 pueblos, esparcidos en la llanura septentrional de la huerta: las otras cuatro de la derecha fertilizan los 17 pueblos situados al mediodía”


“Las huerta de la capital, y gran parte de sus preciosos arrabales jamás descansan, sucediéndose las cosechas sin interrupción; por esto pues, y por ser el suelo suyo de poco feraz, se ven los labradores en un continuo movimiento. No pone allí la noche termino al trabajo: el riego se ha de dar cuando le toca a cada campo, aunque sea a media noche…”

“Los hombres del campo, aplican su principal cuidado a las moreras y cría de gusanos, a la siembra de trigo, maíz, cáñamo y judías; destinan muchos campos a fresas, y mayor numero sin comparación a pimientos, alfalfa y hortalizas. El gran consumo que en Valencia se hace de higos, uvas y melocotones, les fuerza a variar y perfeccionar las especies, logrando así frutas deliciosas.”

“Es frecuente el murmullo de las aguas que corre por innumerables canales de riego; la variedad de flores, frutas, vegetales que cubren el suelo; la multitud de labradores que viven en los campos, animan aquel cuadro, y producen sensaciones o nuevas o tan dulces, que aunque repetidas siempre encantan. Esta multitud de objetos, la ciudad entera, y lo lugares esparcidos por la huerta, presentan hermosas vistas cunado de algún punto se abraza parte de ellos.”

“Puesto el observador cerca de la campana[i] de 215 quintales, ve la playa del mar, que en forma de cuerda corre 10 leguas desde Cullera hasta Murviedro, empezando en estos dos puntos el arco de montes del que hemos hablado. En este espacio queda la huerta de Valencia y parte de las riberas de Xucar. Regístrense desde aquella altura las habitaciones de 1000 almas, la multitud de torres y cúpulas de las Iglesias, las murallas de la ciudad, el curso del Turia y el de algunos canales. Siguese a estos objetos la huerta, por todas partes verde, sembrada de árboles, casas de campos y lugares…”

“Todo el suelo se aprovecha en ese recinto delicioso, las huertas se suceden sin interrupción, y las cosechas sin pérdida de tiempo. Son allí los hombres tan aplicados al trabajo, que el campo parece ser su habitación y sus delicias: Verdad es que la tierra les corresponde con ricas y abundantes cosechas….”

“A un quarto de Manises por el rumbo del sureste esta Quat, y a más de media hora en la misma dirección Chirivella: Mislata se haya a igual distancia que Chirivella en el camino real de Valencia: Alaquas cae al sureste casi a media hora, y Aldaya entre Manises y Alaquas. El suelo en todos ellos es fértil y excelente, reducido a huerta hacia el oriente y en la parte opuesta a secano  que se extiende por el llano de Quark. Son infatigables aquellos labradores, pero pudieran cuidar más sus olivos y algarrobos: en esto debieran multiplicar los inxertos de machos y quitar a todos el exceso de leña, que solo sirve para disminuir la cosecha. Casi la mitad de los vecinos de aumento de unos 60 años. Quart tiene 310, Aldaya 350, Alaquas muy cerca de las 400, Mislata 225, y Chirivella 196, donde a principios de siglo solo había 73, de igual manera los frutos de Chirivella aumentaron a razón de su población y se regulan 2060 libra de seda[ii], 1300 cahices de trigo[iii], 40 de maíz[iv], 4700 arrobas de cáñamo, 1300 de aceyte y otros artículos que se consumen en el pueblo.[v] Todo esto produce la corta superficie de media legua de largo, con un quarto de ancho, en que se hecha de ver la fertilidad.[vi]

La principal ocupación de todos ellos es la agricultura y muy pocos de ellos la dejan destinándose a tejer lienzos caseros.”


Además de la contribución y de la visión científica que aporta Cavanilles, nos podemos nutrir de otro tipo de fuentes literarias como son las obras hijas de la ruta conocida como “ Gran Tour”, aunque  España no estuviera explícitamente dentro de esta ruta de extranjeros por Europa. No obstante, eso no impidió que diferentes viajeros británicos visitaran nuestras tierras y dejaran reflejadas en sus memorias las sensaciones y visiones que en ella vivieron y observaron. En esta segunda parte del artículo mencionaremos las impresiones que dejaron diferentes británicos que visitaron las tierras Valencianas y que se dejaron fascinar por las maravillas que en estas tierras de huerta y en la propia ciudad de Valencia contemplaron.

Estos viajeros visitaron aquellas ciudades que se encuentran en el camino, por lo que es difícil encontrar relatos de poblaciones alejadas de los caminos reales, con lo que de una forma indirecta y sin que ninguno de ellos mencione a Xirivella de forma directa, es muy probable que al refiriese a un territorio como es la huerta y sus diferentes lugares podamos extrapolar lo que ven y sienten de manera muy general a la propia Xirivella del siglo XVIII comparando estas vivencias de esos viajeros con lo descrito y anotado por el propio Cavanilles en su “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del reyno de Valencia.”




De Valencia Richard Twiss[vii] describe que se encuentra encantado con la ciudad de Valencia siendo una de las ciudades Mayores de España, sus comentarios sobre la ciudad y sus alrededores son plenamente satisfactorios y agradables a nuestros oídos.

Mientras las gotas de roció colgaban tremas en los árboles, la belleza del terreno compensaba el mal estado del camino que trascurría por bosques de palmeras, moreras, algarrobos  olivos; campos de trigo y de cebada ribeteados por granados, que con su flor escarlata producían un contraste muy agradable con toda la variedad de verdes entre los que crecía…”

Henry Swinburne[viii] dejó plasmadas unas sensaciones unas tanto más críticas pero pese a esas críticas se dejó seducir por las magníficas visiones de las tierras valencianas como se desprenden del siguiente párrafo;

“fijamos nuestra mirada en la llanura de Valencia, casi ilimitada que se encontraba al sur. Tiene una anchura de unas 4 leguas desde el mar hasta las colinas en su parte más ancha y de largo es cinco veces más perdiéndose en una sierra de montes lejanos. El verde amarillento de las plantaciones de moreras y el matiz más azulado de los olivos que estaban plantados en líneas regulares dentro de campos de maíz verde brillantes; esta regularidad se veía interrumpida de vez en cuando por grandes extensiones oscuras de algarrobos; aldeas y conventos esparcidos  sobre esta gran extensión con innumerables campanarios esbeltos y alegres. Todos estos objetos en su conjunto dan lugar al paisaje más inimitable que se pueda concebir.”

“El día era tan limpio, el aire tan puro que le daba aún más encanto a la vista, no logro entender como Aníbal pudo tratar de forma tan despectiva una lugar tan dulce, si hubiera topada con esta colina en un día como este, la suavidad del aire y la belleza de las vistas hubieran derretido a obstinación de su corazón y lo hubieran abierto a la piedad y al perdón.”

“Desde aquí a Valencia yace un perfecto jardín con tal frondosidad de arbolado que no se alcanza una vista muy amplia desde ningún lado. Hay pueblos y monasterios cada 100 yardas y hay tal muchedumbre de gente en el camino jamás vi salvo en las cercanías de Londres. Todos los terrenos están divididos en pequeñas parcelas por acequias que fueron construidas por los moros que conocían a la perfección el arte del riego….”

“Las verduras de presencia exterior tan magnifica como pueda imaginarse no saben más que a agua. Esta calidad tan aguada parece también infectar los cuerpos y las mentes de los valencianos: son hombres corpulentos y agradables pero fofos y examines.”


John Talbot Dillon[ix] quizás sea el que más halagos otorga a Valencia y su huerta como se lee en los siguientes párrafos:

Ahora voy a hablar de la llanura de Valencia, pero donde encontrar palabras para expresar sus bellezas, tantas que nadie que no haya estado y contemplado este alegre lugar de magnificencia natural pudiera concebir.”

“Entre todos los bellos lugares de esta región, ninguno supera o puede ser comparado con una comarca vecina de la ciudad de Valencia “La Huerta”, en este lugar encantador, tan cercano a la ciudad de Valencia, aun es poco conocida por viajantes, flanqueada por una cadena circular de colinas, tiene una fantástica huerta en donde se encuentran un sinfín de aldeas y lugares dispersas entre el infinito verde y el follaje enriquecido por una gran variedad de frutas. Entre ellas el higo negro, la reluciente granada, la aceituna verde, incluso la playa misma parece deseosa de añadir una participación a este abundante almacén…..”

“En este asiento de felicidad, simplicidad y perfección se llena la mente de satisfacción, y de todos los poderes laborales de invención están excedidos; por que la naturaleza aquí, como dice Milton:

Wantons as in her prime,an plays at will.
Her Virgin fancies,pouring forth more sweet,
Wild about rules or art.

Retoza como en la flor de su vida y juega a placer
Su virgen disfruta vertiendo más dulzor
Salvaje por encima regla o arte”

“¡Noble Valencia ¡ ¿ Cómo poder describir tan trascendente belleza, o hablar de esas glorias infinitas que te adornan? Si celebres arquitectos no han embellecido tu capital con suntuosos palacios, o dado una grata forma a tus calles, alégrate porque el gran arquitecto del universo a vertido en ti innumerables bendiciones para hacer tu felicidad completa, y para que seas la admiración del mundo, inspirando al mismo tiempo a tus hijo con más exaltados talento para cantar perpetuamente tus alabanzas.”

“No entrare en detalles de los diferentes tipos de cultivos en los alrededores de Valencia, donde la naturaleza siempre sonríe y donde el aire está constantemente embalsamado de una fragante perfume de un número infinito de árboles frutales y hierbas aromáticas…”

Dillon intenta justificarse diciendo “ De lo dicho sobre Valencia, quizás pueda creerse que es un cuadro sacado únicamente de la imaginación, pero para mostrar que no soy el único escritor que ensalza las glorias de esa tierra me remitiré a los relatos de Mr. Howel, en una cara al Dr.Fr. Manfel en 1620.”

Estoy ahora en Valencia…. Aquí se encuentran las sedas más fuertes, el vino más dulce, las almendras más excelentes los mejores aceites y las mujeres más bellas de toda España. Las bestias más bestias se hacen los lechos de romero y flores fragantes de los  alrededores; y cuando uno está en el mar, si el viento sopla desde la consta, puede olerse esta tierra antes de tenerla a la vista”.

Si todos y cada uno de estos viajero, apreciaron y se dejaron deleitar por la fragancia de la tierra valenciana y por los lugares de sus huertas.  Si todos esto trotamundos y  buscadores de conocimientos lejanos a su patria, tuvieron un rato de detenimiento para escribir sobre las artes de estas tierras y sobre sus gentes, porque nosotros no. ¿Por qué no la vemos?, o mejor dicho, ¿Por qué no la apreciamos? Sería tan fácil dejar de vivir de espaldas a estas huertas y a todo lo que en ella se conserva. Sería un lugar idílico del que estaríamos mucho más orgulloso que de cualquier construcción o maravilla moderna.



[i] Se sobrentiende que está haciendo referencia a la torre de la Catedral de Valencia “ El Miqualet”
[ii] Una libra de seda equivalía a 3000 capullos lo que hace de la producción en Chirivella de este cultivo de unos 6.180.000 capullos de seda anuales.
[iii]  El Cahíz es una medida de capacidad para áridos, usada en España, y cuya cabida es variable según las regiones. Como todas las medidas antiguas, no tiene unidad territorial, en cada zona tiene valores distintos. En el reino de Aragón era la medida por excelencia para áridos. En principio equivale a 32,64 litros, y en alguna de sus variadas equivalencias locales a 33,048 litros. Se compone de ocho fanegas, 24 cuartales y 96 almudes o celemines. Lo que hace de la producción anual de unos 43.000 kilos de trigo unas 43 toneladas.
[iv] De maíz 1300 kilos                                                                

[v] En la Comunidad Valenciana se usa para medir la masa (peso), en las transacciones entre los agricultores e intermediarios, asignándole un valor cercano a los 13 kilogramos. Así la traslación en kilos actuales seria de 61.100 de cáñamo, 17.000 de aceite.
[vi] La legua castellana se fijó originalmente en 5.000 varas castellanas, es decir, 4,19 km (4.190 m) o unas 2,6 millas romanas, y variaba de modo notable según los distintos reinos españoles, e incluso según distintas provincias, quedando establecida en el siglo XVI como 20.000 pies castellanos; es decir, entre 5,572 y 5,914 km (5.572 y 5.914 m).
[vii] Richard Twiss (Rotterdam, 1747 - Londres, 1821), viajero, escritor e hispanista inglés.
[viii] Henry Swinburne (1743 - 1803), fue un escritor, viajero e hispanista inglés.
[ix] John Talbot Dillon (1739 - Dublín, 17 de julio de 1805), viajero, hispanista y cervantista irlandés. Dillon comenta como en Náquera se encuentran diferentes canteras; una de mármol de color rojizo oscuro, con vetas negras como una mocha y otra de alabastro en un lugar llamado Ninerolaa dos leguas de la misma ciudad de Valencia, de la cual se extraen piezas que dan fruto a diferentes objetos artísticos que están en el Palacio del Marqués de Dos Aguas

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