Quizás llegará el día en el que tendremos que recurrir a diferentes
formas de información para poder rememorar lo que fue y es Xirivella, desde sus
primeros orígenes hasta nuestros días, un lugar en el que se congregó un
colectivo de personas enclavado en uno de los parajes más idílicos sobre la
tierra, como es L´Horta Valenciana de la vega del Guadalaviar o como lo
conocemos nosotros, el Turia.
Algunos difieren en la calificación de tan peculiar territorio: el
jardín de las Hespérides, o un lugar que tras las diferentes acciones
antrópicas llego al equilibrio entre necesidades humanas y sostenibilidad
natural.
Por fortuna, aunque no muy benevolente, para disfrutar de este paraje
tan singular y tan cercano, hoy en día aún quedan, a modo de testimonios del pasado
retales de esa Huerta, de ese modo de vida de una sociedad que nos legó sus
conocimientos, su cultura, su historia y a la cual le debemos su garantía de
pervivencia. No obstante, y ese es el objetivo de este artículo, es inevitable que
tras el inmenso deterioro sufrido por este paisaje cultural, tengamos que
remitirnos a la investigación de fuentes primarias de la época, para el
conocimiento en su estado y contexto original de la Huerta tradicional
Valenciana, extensible lógicamente a la Huerta de Faitanar y Benàger, en la que
se encuentran diferentes municipios, entre ellos Xirivella.
Me gustaría centrarme, en un período en concreto, en el periodo de la
Ilustración en pleno siglo XVIII, y en concreto a diferentes escritos y obras
como es la de Antonio José
Cavanilles y Polop y su
obra más relevante “Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía,
Agricultura, población y frutos del reyno de Valencia.”
En esta obra, Cavanilles realizó toda una
serie de anotaciones y observaciones in situ de poblaciones y lugares con el
propósito de averiguar la verdad en todo cuanto fuese posible, no solo sobre el
mundo natural (y todo lo que ello conlleva: geografía, botánica, agricultura…)
sino que además sobre el mundo etnológico y social de esos mismos lugares
observados, lo que para ello le llevó la consulta de archivos sobre todo las de
las propias parroquias locales.
De entre todas sus observaciones de los
diferentes lugares del Reino de Valencia, dedica un capítulo a “La Huerta de
Valencia y sus cercanías occidentales”. Un capítulo extenso, ya que el territorio que alberga la huerta contiene más de 40 municipios repartidos en
dos comarcas que han heredado su nombre de la huera: L´Horta Nord, y L´Horta
Sud. Estos son algunos de los extractos de
este capítulo, que muestran a modo de observaciones científicas, la bucólica e
idílica belleza de la huerta próxima a la ciudad de Valencia:
“La inmensa población y riquezas del
recinto que vamos a examinar dependen del Turia, y quizás más del modo con que
allí se aprovechan las aguas, y de la inteligencia, constancia y ardor
infatigable con que cultivan el suelo “.
“ El Turia,
atraviesa el reino de noroeste a sureste, y después de haber regado cuentas
huertas se hallan en sus riberas desde Ademuz hasta Ribaroja por espacio de
unas 18 leguas, corre adelante sin perdida alguna hasta donde empieza la huerta
de Valencia, en cuyo riego acaba de consumirse.”
“Se abrieron ocho canales o acequias principales, cuatro a
cada margen del rio, que toman sucesivamente las aguas por otras tantas presas,
y partiéndose después en otros innumerables canales angostos, facilitan el
riego. Las cuatro acequias de la izquierda del rio sirven para regar los campos de 37 pueblos, esparcidos en la
llanura septentrional de la huerta: las otras cuatro de la derecha fertilizan
los 17 pueblos situados al mediodía”
“Las huerta de la
capital, y gran parte de sus preciosos arrabales jamás descansan, sucediéndose
las cosechas sin interrupción; por esto pues, y por ser el suelo suyo de poco
feraz, se ven los labradores en un continuo movimiento. No pone allí la noche
termino al trabajo: el riego se ha de dar cuando le toca a cada campo, aunque
sea a media noche…”
“Los hombres del
campo, aplican su principal cuidado a las moreras y cría de gusanos, a la
siembra de trigo, maíz, cáñamo y judías; destinan muchos campos a fresas, y
mayor numero sin comparación a pimientos, alfalfa y hortalizas. El gran consumo
que en Valencia se hace de higos, uvas y melocotones, les fuerza a variar y
perfeccionar las especies, logrando así frutas deliciosas.”
“Es frecuente el
murmullo de las aguas que corre por innumerables canales de riego; la variedad
de flores, frutas, vegetales que cubren el suelo; la multitud de labradores que
viven en los campos, animan aquel cuadro, y producen sensaciones o nuevas o tan
dulces, que aunque repetidas siempre encantan. Esta multitud de objetos, la
ciudad entera, y lo lugares esparcidos por la huerta, presentan hermosas vistas
cunado de algún punto se abraza parte de ellos.”
“Puesto el
observador cerca de la campana[i]
de 215 quintales, ve la playa del mar, que en forma de cuerda corre 10 leguas
desde Cullera hasta Murviedro, empezando en estos dos puntos el arco de montes
del que hemos hablado. En este espacio queda la huerta de Valencia y parte de
las riberas de Xucar. Regístrense desde aquella altura las habitaciones de 1000
almas, la multitud de torres y cúpulas de las Iglesias, las murallas de la
ciudad, el curso del Turia y el de algunos canales. Siguese a estos objetos la
huerta, por todas partes verde, sembrada de árboles, casas de campos y
lugares…”
“Todo el suelo se
aprovecha en ese recinto delicioso, las huertas se suceden sin interrupción, y
las cosechas sin pérdida de tiempo. Son allí los hombres tan aplicados al
trabajo, que el campo parece ser su habitación y sus delicias: Verdad es que la
tierra les corresponde con ricas y abundantes cosechas….”
“A un quarto de
Manises por el rumbo del sureste esta Quat, y a más de media hora en la misma
dirección Chirivella: Mislata se haya a igual distancia que Chirivella en el
camino real de Valencia: Alaquas cae al sureste casi a media hora, y Aldaya
entre Manises y Alaquas. El suelo en todos ellos es fértil y excelente,
reducido a huerta hacia el oriente y en la parte opuesta a secano que se extiende por el llano de Quark. Son
infatigables aquellos labradores, pero pudieran cuidar más sus olivos y
algarrobos: en esto debieran multiplicar los inxertos de machos y quitar a
todos el exceso de leña, que solo sirve para disminuir la cosecha. Casi la
mitad de los vecinos de aumento de unos 60 años. Quart tiene 310, Aldaya 350,
Alaquas muy cerca de las 400, Mislata 225, y Chirivella 196, donde a principios
de siglo solo había 73, de igual manera los frutos de Chirivella aumentaron a
razón de su población y se regulan 2060 libra de seda[ii],
1300 cahices de trigo[iii],
40 de maíz[iv],
4700 arrobas de cáñamo, 1300 de aceyte y otros artículos que se consumen en el
pueblo.[v]
Todo esto produce la corta superficie de media legua de largo, con un quarto de
ancho, en que se hecha de ver la fertilidad.[vi]”
La principal
ocupación de todos ellos es la agricultura y muy pocos de ellos la dejan
destinándose a tejer lienzos caseros.”
Además de la contribución y de la visión científica que aporta
Cavanilles, nos podemos nutrir de otro tipo de fuentes literarias como son las
obras hijas de la ruta conocida como “ Gran Tour”, aunque España no estuviera explícitamente dentro
de esta ruta de extranjeros por Europa. No obstante, eso no impidió que
diferentes viajeros británicos visitaran nuestras tierras y dejaran reflejadas
en sus memorias las sensaciones y visiones que en ella vivieron y observaron.
En esta segunda parte del artículo mencionaremos las impresiones que dejaron
diferentes británicos que visitaron las tierras Valencianas y que se dejaron
fascinar por las maravillas que en estas tierras de huerta y en la propia
ciudad de Valencia contemplaron.
Estos viajeros visitaron aquellas ciudades que se encuentran en el
camino, por lo que es difícil encontrar relatos de poblaciones alejadas de los
caminos reales, con lo que de una forma indirecta y sin que ninguno de ellos
mencione a Xirivella de forma directa, es muy probable que al refiriese a un
territorio como es la huerta y sus diferentes lugares podamos extrapolar lo que
ven y sienten de manera muy general a la propia Xirivella del siglo XVIII
comparando estas vivencias de esos viajeros con lo descrito y anotado por el
propio Cavanilles en su “Observaciones
sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del reyno
de Valencia.”
De Valencia Richard Twiss[vii]
describe que se encuentra encantado con la ciudad de Valencia siendo una de las
ciudades Mayores de España, sus comentarios sobre la ciudad y sus alrededores
son plenamente satisfactorios y agradables a nuestros oídos.
“Mientras las gotas de roció colgaban
tremas en los árboles, la belleza del terreno compensaba el mal estado del
camino que trascurría por bosques de palmeras, moreras, algarrobos olivos; campos de trigo y de cebada
ribeteados por granados, que con su flor escarlata producían un contraste muy
agradable con toda la variedad de verdes entre los que crecía…”
Henry Swinburne[viii] dejó plasmadas unas sensaciones unas tanto más
críticas pero pese a esas críticas se dejó seducir por las magníficas visiones
de las tierras valencianas como se desprenden del siguiente párrafo;
“fijamos nuestra
mirada en la llanura de Valencia, casi ilimitada que se encontraba al sur.
Tiene una anchura de unas 4 leguas desde el mar hasta las colinas en su parte
más ancha y de largo es cinco veces más perdiéndose en una sierra de montes
lejanos. El verde amarillento de las plantaciones de moreras y el matiz más
azulado de los olivos que estaban plantados en líneas regulares dentro de
campos de maíz verde brillantes; esta regularidad se veía interrumpida de vez
en cuando por grandes extensiones oscuras de algarrobos; aldeas y conventos
esparcidos sobre esta gran extensión con
innumerables campanarios esbeltos y alegres. Todos estos objetos en su conjunto
dan lugar al paisaje más inimitable que se pueda concebir.”
“El día era tan limpio, el aire tan puro que le
daba aún más encanto a la vista, no logro entender como Aníbal pudo tratar de
forma tan despectiva una lugar tan dulce, si hubiera topada con esta colina en
un día como este, la suavidad del aire y la belleza de las vistas hubieran
derretido a obstinación de su corazón y lo hubieran abierto a la piedad y al
perdón.”
“Desde aquí a Valencia yace un perfecto jardín
con tal frondosidad de arbolado que no se alcanza una vista muy amplia desde
ningún lado. Hay pueblos y monasterios cada 100 yardas y hay tal muchedumbre de
gente en el camino jamás vi salvo en las cercanías de Londres. Todos los
terrenos están divididos en pequeñas parcelas por acequias que fueron
construidas por los moros que conocían a la perfección el arte del riego….”
“Las verduras de presencia exterior tan magnifica
como pueda imaginarse no saben más que a agua. Esta calidad tan aguada parece
también infectar los cuerpos y las mentes de los valencianos: son hombres
corpulentos y agradables pero fofos y examines.”
John Talbot Dillon[ix] quizás
sea el que más halagos otorga a Valencia y su huerta como se lee en los
siguientes párrafos:
“Ahora voy a hablar de la llanura de Valencia, pero donde encontrar
palabras para expresar sus bellezas, tantas que nadie que no haya estado y
contemplado este alegre lugar de magnificencia natural pudiera concebir.”
“Entre todos los bellos lugares de esta región,
ninguno supera o puede ser comparado con una comarca vecina de la ciudad de
Valencia “La Huerta”, en este lugar encantador, tan cercano a la ciudad de
Valencia, aun es poco conocida por viajantes, flanqueada por una cadena
circular de colinas, tiene una fantástica huerta en donde se encuentran un
sinfín de aldeas y lugares dispersas entre el infinito verde y el follaje enriquecido
por una gran variedad de frutas. Entre ellas el higo negro, la reluciente
granada, la aceituna verde, incluso la playa misma parece deseosa de añadir una
participación a este abundante almacén…..”
“En este asiento de felicidad, simplicidad y
perfección se llena la mente de satisfacción, y de todos los poderes laborales
de invención están excedidos; por que la naturaleza aquí, como dice Milton:
Wantons as in her prime,an plays at will.
Her Virgin fancies,pouring forth more sweet,
Wild about rules or art.
Retoza
como en la flor de su vida y juega a placer
Su
virgen disfruta vertiendo más dulzor
Salvaje
por encima regla o arte”
“¡Noble Valencia ¡ ¿ Cómo poder describir tan
trascendente belleza, o hablar de esas glorias infinitas que te adornan? Si
celebres arquitectos no han embellecido tu capital con suntuosos palacios, o
dado una grata forma a tus calles, alégrate porque el gran arquitecto del
universo a vertido en ti innumerables bendiciones para hacer tu felicidad
completa, y para que seas la admiración del mundo, inspirando al mismo tiempo a
tus hijo con más exaltados talento para cantar perpetuamente tus alabanzas.”
“No entrare en detalles de los diferentes tipos
de cultivos en los alrededores de Valencia, donde la naturaleza siempre sonríe
y donde el aire está constantemente embalsamado de una fragante perfume de un
número infinito de árboles frutales y hierbas aromáticas…”
Dillon intenta justificarse diciendo “ De lo dicho sobre Valencia,
quizás pueda creerse que es un cuadro sacado únicamente de la imaginación, pero
para mostrar que no soy el único escritor que ensalza las glorias de esa tierra
me remitiré a los relatos de Mr. Howel, en una cara al Dr.Fr. Manfel en 1620.”
“Estoy ahora en Valencia…. Aquí se encuentran las sedas más
fuertes, el vino más dulce, las almendras más excelentes los mejores aceites y
las mujeres más bellas de toda España. Las bestias más bestias se hacen los
lechos de romero y flores fragantes de los
alrededores; y cuando uno está en el mar, si el viento sopla desde la
consta, puede olerse esta tierra antes de tenerla a la vista”.
Si todos y cada uno de estos viajero,
apreciaron y se dejaron deleitar por la fragancia de la tierra valenciana y por
los lugares de sus huertas. Si todos
esto trotamundos y buscadores de conocimientos
lejanos a su patria, tuvieron un rato de detenimiento para escribir sobre las
artes de estas tierras y sobre sus gentes, porque nosotros no. ¿Por qué no la
vemos?, o mejor dicho, ¿Por qué no la apreciamos? Sería tan fácil dejar de
vivir de espaldas a estas huertas y a todo lo que en ella se conserva. Sería un
lugar idílico del que estaríamos mucho más orgulloso que de cualquier construcción
o maravilla moderna.
[i] Se sobrentiende que está haciendo referencia a
la torre de la Catedral de Valencia “ El Miqualet”
[ii] Una libra de seda equivalía a 3000 capullos lo
que hace de la producción en Chirivella de este cultivo de unos 6.180.000
capullos de seda anuales.
[iii] El Cahíz
es una medida de capacidad para áridos, usada en España, y cuya cabida es
variable según las regiones. Como todas las medidas antiguas, no tiene unidad
territorial, en cada zona tiene valores distintos. En el reino de Aragón era la
medida por excelencia para áridos. En principio equivale a 32,64 litros, y en
alguna de sus variadas equivalencias locales a 33,048 litros. Se compone de
ocho fanegas, 24 cuartales y 96 almudes o celemines. Lo que hace de la
producción anual de unos 43.000 kilos de trigo unas 43 toneladas.
[iv] De maíz 1300 kilos
[v] En la Comunidad
Valenciana se usa para medir la masa (peso), en las transacciones entre los
agricultores e intermediarios, asignándole un valor cercano a los 13
kilogramos. Así la traslación en kilos actuales seria de 61.100 de cáñamo,
17.000 de aceite.
[vi] La legua castellana se fijó originalmente en
5.000 varas castellanas, es decir, 4,19 km (4.190 m) o unas 2,6 millas
romanas, y variaba de modo notable según los distintos reinos españoles, e
incluso según distintas provincias, quedando establecida en el siglo XVI como 20.000 pies castellanos; es decir, entre 5,572 y 5,914 km (5.572 y 5.914 m).
[vii] Richard Twiss (Rotterdam, 1747 - Londres, 1821), viajero, escritor e hispanista inglés.
[viii] Henry Swinburne (1743 - 1803), fue un escritor, viajero e hispanista inglés.
[ix] John Talbot Dillon (1739 - Dublín, 17
de julio de 1805), viajero, hispanista y cervantista irlandés. Dillon comenta como en Náquera se
encuentran diferentes canteras; una de mármol de color rojizo oscuro, con vetas
negras como una mocha y otra de alabastro en un lugar llamado Ninerolaa dos
leguas de la misma ciudad de Valencia, de la cual se extraen piezas que dan
fruto a diferentes objetos artísticos que están en el Palacio del Marqués de
Dos Aguas
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